¿Y si...?
A las 5,20 de la mañana,
como todas las mañanas de insomnio. Descubrí que mi única motivación es el
amor. Que no soy un cobarde ni un gay solapado por tener tanta sensibilidad.
Sólo soy un güeón enamorado.
Como tenía razón mi cuñada, cuando le dijo a mis hijas que
su hermana me rompió el corazón cuando me dejó.
Esa ha sido la historia de mi vida, dejarme llevar en los
amores más difíciles y sufridos que existan, como un imán. Un tarado que camina
solo hacia el patíbulo, como si eso me liberara.
Pero sí lo hace, sólo el amor te libera el alma de su
separatidad y yo voy de frente al toro.
A veces quisiera saber si esta forma güeona de vivir me
llevará a alguna parte donde la felicidad dure más que pequeños instantes
mendigados al destino.
Y siempre es el mismo tipo de pregunta: ¿Y si…? (y si
hubiera sido más agresivo, y si hubiera sido más paciente, y si me hubiera
vestido diferente, etc.) Y si mejor me voy a la mierda y dejo a todos tranquilos,
sin las complicaciones que provoco.
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