¡De la bendita coyuntura...!

¿Quien lo diría?

Como diría Jorge Yáñez "...¿Quién se lo iba a imaginar, que aquella amistad que empezó aquí en risas iba a cuajarse en tragedia...?

Claro, porque con la penúltima gracia de nuestros "vecinos y amigos" (imagino que alguna vez vieron la serie de tv) que andan tirando "con el tejo pasado" la delimitación limítrofe del mar territorial para poder llevarla a un escenario de negociación bilateral con la cancha rayada pa'l "miti-mota". Muchos empezaron a ejercitar cierto músculo de su anatomía (ese que está a la sombra de donde la espalda pierde su honorable nombre) porque es parte de nuestra cultura fronteriza, amarnos como Vinicius de Moraes "eternamente, mientras dure" y a la primera de cambio sospechar que el vecino viene a punta y codo bajando Lluta.

Si bien es lógico creer que cualquier escaramuza bélica se va a producir aquí donde está la frontera y no en Santiago. Nuestra fértil (o era febríl) imaginación fue produciendo posibles desenlaces como si esto fuese el final de una telenovela. Pero, afortunadamente, otra telenovela mandó todo este potencial conflicto a segundo y tercer plano con la llegada "entre gallos y medianoche" de Fujimori, el mismísimo "chinochet".

Este sí que va a ser un culebrón como las comedias mexicanas que alargan el cuentecito con innumerables nuevos personajes (cuerazos de por medio) Si señor, con lo morbosamente lento que se desarrollan los procesos de extradición en nuestras engoladas cortes, olvídense "queridos amiguitos"; vayan preparándose para una larga historia multimedial, claro porque va ser por la tele, por el diario, por la radio y lo que es peor aún va a ser por el cahín de la calle y ahí sí que va a sobrar imaginación. Los inventos y la mitología se multiplican exponencialmente en nuestras creativas mentecitas.

Aquí se hace carne el lema de un amigo chanta "en la mina, soy minero; en el mar, soy marinero, en la bomba, soy bombero y en el cahuín, soy cahuinero". Si cuando perdió la selección éramos todos entrenadores (más inchapelotas que el Bombalet), cuando Perú aprobó el proyecto de bases limítrofes éramos todos analistas de defensa; hoy hasta los honorables colectiveros son expertos en Derecho Internacional...

Mientras tanto en la estricta realidad local, cada día son más los que están guardando una moneda para decidir el voto para Diputado dentro de la cámara secreta. Por otro lado el pobrecito señor alcalde sigue haciendo mandas a sus "santos senadores" para que lo salven de los "malvados inquisidores" de la Contraloría.

¡Que dios nos pille confesados!