Camil

¿A qué tanta sangre
de heridas invisibles,
tanta lágrima amarga
de besos contenidos?

¿A qué torrente de entrañas
saliéndose por los ojos,
cuando tus pasos me alcanzan
para seguir de largo, sin mirar atrás?

Los cadáveres de mis besos quedan tirados en la calle,
pisoteados por tu prisa.

Agonía de buscarme las imperfecciones
que te hacen rechazarme.
Si pudiera arrancármelas
para que me vieras.

Quitarme la piel por tu desdén,
desangrar estas venas que te hastían por latir.
Dejar la vida a tus pies para que me mires.




Comentarios

Entradas populares