"el VIVO vive del TONTO y el TONTO de su trabajo..."
El título corresponde a las palabras de un conocido, "medio sapo" en tiempos de la dictadura, quien en un momento de tragos se mandó está frase para el bronce...
La contundencia de la afirmación es innegable, socarrona pero irredargüible.
Cuando éramos niños, a los de mi generación nos bombardearon con la idea de que cualquier idea en contrario de lo establecido era una tonta manera de caer en la manipulación subversiva, de ser cómplices de una conspiración del marxismo leninismo...
Y fuimos obedientes, porque había que aprender del celo paternal por nuestra seguridad ante el temor colectivo.
Ya más adolescentes, pensamos (con ínfulas de descubrir la pólvora)y fuimos críticos de la costumbre del poder domininante de hacernos creer que los análisis de autoritarismo, manipulación y terror, eran sólo para sus enemigos. Y en algún libro añejo encontramos la democracia como el sumum de la convivencia social civilizada.
Sin haberla vivido en estado de parición de conciencia, claro está. La experiencia de los viejos que sí participaron de ella se perdió porque los del bando perdedor estaban perdidos, desterrados o avergonzados, y los ganadores se la jugaron por la versión oficial hasta las últimas consecuencias.
Pero avanzamos en el reconocimiento oficial y público de los hechos indignos, entre discusiones, protestas y negociaciones hasta el día de hoy en que aún hay espacios cubiertos por la cortina de humo y en el aire persiste un olor a desconfianza.
Pero mientras muchos corrían cual cachorros tras el palito de la verdad y la democracia representativa, una clase de "vivos" contumaces aplicaron esa frasesita del Gato Pardo que rezaba más o menos: "hay que cambiar y cambiar para que todo siga igual..." con éxito y naturalidad en la maquinaria económica de nuestro día a día.
El pololeo del empresariado que antes era con la derecha pinochetista comenzó a "mirar pal lado" y a coquetearle a la dc y al red set (léase ppdes de buena familia, con post grados en el extranjero y algunos socialistas con poder y circunstancia)
Así las cosas, nuestros esforzados gobiernos democráticos que defienden el estado de derecho con mayores o menores heroísmos, continúan manejando como una papa caliente los temas de reivindicaciones históricas, étnicas, sindicales, gremiales y sociales. Pero también siguen sacando a pasear, en las giras de negocios al extranjero, a aquellos que según el Brancusi "siempre han tenido la sartén por el mango": Los mismos empresarios de aquellos tristes días, sus herederos y algunos holdings muy bien mixturados.
"Hay que tratar de dejar contentos a moros y cristianos" porque los gobiernos son de todos los chilenos.
De los que teniendo un oscuro pasado se vuelven honorables y de los que teniendo un pasado de dignidad hoy son oscuros personajes viviendo de "su trabajo"
Antes de hablar o de escribir hay que recordar que por ser "demócratas" pertenecemos al oficialismo y, por ende, no nos corresponde hacer olitas.
En fin, algún día chorreará la bonanza económica de nuestras empresas.
Ese día le taparemos la boca a la historia.
Ese día tal vez la decisión de creer en esta utopía tenga más beneficios que castigos y, nuestros hijos ya no tendrán que elegir entre ser más izquierdistas que la izquerda o eternos palitroques del sistema.
“En un país en que las cosas han ido bien, es fundamental que no tengamos trabajadores de primera y de segunda categoría y, sin duda, esta legislación es un paso claro, decisivo y definitivo en esa dirección”. Con estas palabras la Presidenta Michelle Bachelet anunció la ley 20.123 que regula el empleo en régimen de subcontratación y empresas de servicios, que beneficiará a cerca de un millón 200 mil personas.
Raúl Rivera
La Nación, martes 17 de octubre de 2006.
El titular que anuncie el mejoramiento de los funcionarios a honorarios en el servicio público, es un anhelo tan añejo y borroso como la defunción que esperaba leer en primera plana un amigo de la infancia.
La contundencia de la afirmación es innegable, socarrona pero irredargüible.
Cuando éramos niños, a los de mi generación nos bombardearon con la idea de que cualquier idea en contrario de lo establecido era una tonta manera de caer en la manipulación subversiva, de ser cómplices de una conspiración del marxismo leninismo...
Y fuimos obedientes, porque había que aprender del celo paternal por nuestra seguridad ante el temor colectivo.
Ya más adolescentes, pensamos (con ínfulas de descubrir la pólvora)y fuimos críticos de la costumbre del poder domininante de hacernos creer que los análisis de autoritarismo, manipulación y terror, eran sólo para sus enemigos. Y en algún libro añejo encontramos la democracia como el sumum de la convivencia social civilizada.
Sin haberla vivido en estado de parición de conciencia, claro está. La experiencia de los viejos que sí participaron de ella se perdió porque los del bando perdedor estaban perdidos, desterrados o avergonzados, y los ganadores se la jugaron por la versión oficial hasta las últimas consecuencias.
Pero avanzamos en el reconocimiento oficial y público de los hechos indignos, entre discusiones, protestas y negociaciones hasta el día de hoy en que aún hay espacios cubiertos por la cortina de humo y en el aire persiste un olor a desconfianza.
Pero mientras muchos corrían cual cachorros tras el palito de la verdad y la democracia representativa, una clase de "vivos" contumaces aplicaron esa frasesita del Gato Pardo que rezaba más o menos: "hay que cambiar y cambiar para que todo siga igual..." con éxito y naturalidad en la maquinaria económica de nuestro día a día.
El pololeo del empresariado que antes era con la derecha pinochetista comenzó a "mirar pal lado" y a coquetearle a la dc y al red set (léase ppdes de buena familia, con post grados en el extranjero y algunos socialistas con poder y circunstancia)
Así las cosas, nuestros esforzados gobiernos democráticos que defienden el estado de derecho con mayores o menores heroísmos, continúan manejando como una papa caliente los temas de reivindicaciones históricas, étnicas, sindicales, gremiales y sociales. Pero también siguen sacando a pasear, en las giras de negocios al extranjero, a aquellos que según el Brancusi "siempre han tenido la sartén por el mango": Los mismos empresarios de aquellos tristes días, sus herederos y algunos holdings muy bien mixturados.
"Hay que tratar de dejar contentos a moros y cristianos" porque los gobiernos son de todos los chilenos.
De los que teniendo un oscuro pasado se vuelven honorables y de los que teniendo un pasado de dignidad hoy son oscuros personajes viviendo de "su trabajo"
Antes de hablar o de escribir hay que recordar que por ser "demócratas" pertenecemos al oficialismo y, por ende, no nos corresponde hacer olitas.
En fin, algún día chorreará la bonanza económica de nuestras empresas.
Ese día le taparemos la boca a la historia.
Ese día tal vez la decisión de creer en esta utopía tenga más beneficios que castigos y, nuestros hijos ya no tendrán que elegir entre ser más izquierdistas que la izquerda o eternos palitroques del sistema.
“En un país en que las cosas han ido bien, es fundamental que no tengamos trabajadores de primera y de segunda categoría y, sin duda, esta legislación es un paso claro, decisivo y definitivo en esa dirección”. Con estas palabras la Presidenta Michelle Bachelet anunció la ley 20.123 que regula el empleo en régimen de subcontratación y empresas de servicios, que beneficiará a cerca de un millón 200 mil personas.
Raúl Rivera
La Nación, martes 17 de octubre de 2006.
El titular que anuncie el mejoramiento de los funcionarios a honorarios en el servicio público, es un anhelo tan añejo y borroso como la defunción que esperaba leer en primera plana un amigo de la infancia.
Comentarios
es irredargüible, omitiste los apóstrofes