Necesito una cámara digital

Este remedo de "pasquinismo mural" me sobrepasa...


Todo comenzó con un Diario Mural de Oficina, cuando una colega trajo una plancha de aislapol para que yo la instalara en la pared. Luego hicimos una elección de nombre un poco "dedocrática", es decir, me "acabroné" con el diario. Como un colega afirmaba públicamente que yo era "un goma ilustrado" por mi calidad de empleado administrativo a honorarios y los estudios (variados y más o menos concluídos) que tenía, en fin: aquí estamos.

Con las ganas de siempre por "contar cosas" y una dinámica de relatos que requieren el apoyo de la fotografía para darle el cuerpo y contundencia que les falta. Por eso la cámara digital. Siempre estoy dependiendo de la buena voluntad de otros para generar un post (o según una buena amiga "simple comentario") Claro que esto es endémico, desde que tenía mi propia columna en un semanario local esto se ha vuelto "una fiebre en los cojones" (según García Márquez) que no me deja. Por definición la fiebre produce febriles relatos que queman en los sesos hasta que logras sacarlos y, luego queman hasta publicarlos y ahí viene el "bajón" porque me recrimino por no haberlo hecho mejor o más claro y allí entra al cuento la bendita cámara digital. Con su rapidez y velocidad de descarga se presta para estos menesteres.

Para los que recuerdan mi paso por la prensa escrita, que deben ser no más de dos o tres, alguna vez escribí que necesitaba un calendario de oficina porque con lo pajarón que soy me estaba quedando la "cagá" muy seguido sin el preciado cartoncito. Pero, claro, fue mucho más fácil y más barato que alguien me llevara un calendario; frente al valor de una camarita de estas. Creo que este anhelo se está volviendo tan güeón como ganarse el kino. ¡Qué quieren que les diga! Tal vez los anhelos güeones también sean endémicos...

Pero, hagamos un esfuerzo en común. Se lo pido a los fieles lectores de este blog. Mándenme direcciones electrónicas de otros ciudadanos del planeta que, según su parecer, les pueda interesar leer estas ociosidades. Tal vez con más lectores se justifique la inversión o hagamos un concurso "todo por la cámara". Se reciben iniciativas.

"mi reino por una cámara"

el goma ilustrado